Un mordisco que deja dudas

Luis Suárez podría haber arruinado su fichaje por el Real Madrid o por el Barcelona el por el 'bocado' que dio a Giorgio Chiellini en el partido entre Uruguay e Italia. Si fuera la primera vez que el delantero uruguayo utiliza ese 'recurso' para frenar a un rival, quizás podría pasar inadvertido. Pero es que ya son tres las ocasiones en las que Luis Suárez ha mordido a un rival. La más sonada, a finales de la temporada pasada cuando mordió a Ivanovic durante un Liverpool - Chelsea. La broma le costó una durísima sanción por parte de la Federación inglesa, además de una multa económica. Entonces pidió perdón y calificó su conducta como 'inexcusable'.

La FIFA parece haber tomado nota de lo que hizo la FA y sancionará al charrúa. Y ese el problema. Fichando a Luis Suárez fichas a un delantero excepcional. Un futbolista con clase y con garra. Con hambre. Con mucha hambre. Pero al mismo tiempo te arriesgas a contratar un futbolista del que quizás tengas que prescindir en demasiados encuentros por culpa de acciones como esa.

Es evidente que no ha aprendido y que ni siquiera una sanción ejemplar ha sido suficiente para evitar que vuelva a caer en la tentación de morder. Las imágenes de sus goles ante Inglaterra dieron la vuelta al mundo, pero también la de su mordisco. Luis Suárez estaré en el punto de mira de todos. Árbitros incluidos, con lo que podría ser más un rémora que un activo.

De hecho, en el Liverpool empiezan a surgir voces que piden su traspaso aprovechando el interés de los dos grandes fútbol mundial. Hoy será más difícil que ayer. El precio de la operación tampoco ayuda a acelerar su venta.

Los 90 millones eran considerados tanto en el Real Madrid como en el Barcelona como una cifra casi prohibitiva. Después del episodio del mordico las dudas sobre la conveniencia de una inversión así crecen tanto en Madrid como en Barcelona. Deportivamente es evidente que la llegada del atacante del Liverpool podría beneficiar a cualquiera de los dos equipos, pero no es menos cierto que para ninguno es una prioridad en el mercado de fichajes.