Segundo aviso a Ancelotti

El Bernabéu señala a Carlo Ancelotti por segunda vez. La primera fue tras el batacazo del Calderón. En aquella ocasión repartió pitos con Casillas, pero ante el Villarreal el técnico se ha quedado solo. El segundo cambio del Real Madrid, el de Illarra por Isco, provocó un gran enfado del público. El italiano no debe tomar en vano a la parroquia madridista, ya que la paciencia no es que se lleve mucho por Chamartín.

El Real Madrid pagó cara su apatía. El conjunto blanco no tuvo capacidad de reacción y mucho menos esa testiculina que en partidos igualados puede decantar la balanza. Como gestor de grupos, Ancelotti ya ha demostrado su más que notable valía. Sin embargo es el momento de algo más, es hora de que demuestre sus capacidades tácticas en encuentros que se ponen cuesta arriba. El Bernabéu no quiere un 'padre', desea un general que sepa modificar su estrategia para noquear al rival.

Los cambios premeditados a partir del minuto 70, la indolencia en el banquillo y las escasas indicaciones durante todo el partido son las causas de la bronca. Exceptuando la final de Lisboa, el Madrid de Ancelotti se muestra incapaz de dar la vuelta a un resultado. La palabra remontada va en el ADN madridista y el público comienza a impacientarse. El Real Madrid sigue líder, pero Ancelotti no debe confiarse. Menos conjura y más bravura.