¿Se puede ser perfecto en el fútbol?

Nunca me gustaron los "perfectos". Suelen ser obsesivos, individualistas, exigentes, su perfil psicológico les impide hacer equipo... Más en un mundo tan aleatorio como el fútbol, donde existen demasiados factores incontrolables... A la búsqueda de un perfeccionismo enfermizo, autodestructivo, la excelencia debe ser un objetivo sano. "El éxito sin esfuerzo se ha convertido en el cuento de hadas de nuestro tiempo... Desear obtener un gran logro sin esfuerzo es una patología, una moderna superstición, y la gente va por ahí creyendo en esa presunta magia de "atraer" lo que piensa, porque muchos, cada vez más, huyen de todo esfuerzo como de la peste". (Joaquín Pérez, "Coaching mental"). Desde luego parecen más dañinos la apatía y la inactividad que la búsqueda de la perfección. Y continúa: "Hace falta entrenamiento psicológico para soportar la presión de cada día, las adversidades, la duda, los temores, los complejos y superar, contra todo pronóstico, tus propias debilidades físicas y psicológicas".

Francesco Alberoni define: "¿Qué es tener coraje?" - "Saber recomenzar siempre, lanzarse adelante cuando nadie espera que lo hagas..." Y le cuestionaron: "¿Cuál es hoy el riesgo?" - "El fracaso. Todos tenemos tanta ansia de éxito en todo...! Tener coraje es desafiar la amenaza del fracaso". Personalmente prefiero a los "corajudos" antes que a los "apáticos", los primeros pueden llegar a dar ejemplo de actividad positiva y los segundos pecarán casi siempre por inacción... En el fútbol prefiero a los hiperactivos que a los inoperantes, al menos los primeros se esfuerzan por ganar y los segundos se aprovechan de la actividad de los demás buscando excusas permanentes...

El "perfeccionismo" puede llegar a asociarse con la falta de seguridad y confianza degenerando en ansiedad y sufrimiento. Entrenadores muy comprometidos con su profesión, Guardiola, Bielsa, Mourinho, Rafa Benítez, Paco Jémez, Unai Emery, etcétera, son perfeccionistas y cautivos de los detalles pero piensan en el equipo. Beatriz G. Portalatin nos introdujo (ElPais.com): "El ritmo de vida actual demanda cada vez más prisa, más eficacia y más resultados... conjugar velocidad y aciertos es cada vez más complicado. Falta tiempo para todo y la perfección parece convertirse en una meta a la que debemos llegar, cueste lo que cueste". (...) "... en contra de lo que se pueda pensar, conlleva muchos más inconvenientes que ventajas para nuestra salud física y mental. Las personas perfeccionistas suelen ser rígidas en su pensamiento, muy críticas consigo mismas, disciplinarias e incansables en la consecución de metas personales. Pero además de esto, tienen otros dos factores muy relevantes que pueden acarrear algunos problemas: la ansiedad y el sufrimiento".

Detectamos situaciones de enfado en Cristiano Ronaldo cuando no consigue los goles que le exigimos los aficionados; o el mismo Messi; o Diego Costa; o cualquier otro goleador con objetivos complicados... ¿Benzema es perfeccionista? ¿Y Bale...? Aparentemente son tipos "fríos", serenos, no se inmutan cuando fallan, apáticos externamente... Pero, ¿no sufren la misma ansiedad interna que Ronaldo; o simplemente no la exteriorizan...? ¿Y Neymar; y Luis Suárez; y Negredo; y Torres; y Griezmann...? De ahí que los aficionados deberían respetar más a "la persona", al "profesional"...