Menu
1ª División2ª División A2ª División BEuropaLatinoaméricaOtras noticias
CalendarioNetworkRedacciónContactos
Canal Primera División
AlavesAlmeriaAthleticAtletico MadridBarcelonaCadizCelta VigoGetafeGironaGranadaLas PalmasMallorcaOsasunaRayo VallecanoReal BetisReal MadridReal SociedadSevillaValenciaVillarreal

Recuerdos imborrables del fútbol: Sus goles

Recuerdos imborrables del fútbol: Sus golesTODOmercadoWEB.es
martes 7 julio 2020, 00:44Editorial
de Manuel Rodríguez
“Saber no es suficiente; debemos aplicar. Querer no es suficiente, debemos actuar”. (Goethe).

“Todos tenemos nuestra máquina del tiempo ¿no? Las que nos llevan hacia atrás, son recuerdos; las que nos llevan hacia delante, son sueños”. (Película: “La máquina del tiempo”). Siempre nos acordamos de los goles marcados por nuestros equipos o jugadores favoritos, mientras que apenas reparamos en los goles recibidos; nuestra memoria suele ser selectiva en estas cuestiones. Son los recuerdos de los goles disfrutados en toda nuestra historia futbolística. Quizás sea necesario ilustrarme de manera más documentada por el relato “Gol y memoria: el fútbol en la narrativa en lengua española del XXI” (David García Cames, www.scielo.br., Letras de Hoje): “El fútbol es un relato que el aficionado busca fijar en la memoria. La literatura aporta al balompié la creación de un universo simbólico que persigue trascender los acontecimientos de la cancha… Escritores a uno y otro lado del Atlántico consolidan el tratamiento literario del fútbol como motivo de indagación estética y sentimental. El gol, para muchos de ellos, puede ser epifanía, pasión y metáfora”.

Reconoció Cristiano Ronaldo que la chilena marcada en el Juventus Stadium con el Real Madrid, partido de ida de los cuartos de final de la “Champions League”, es un tanto para el recuerdo, quizás el mejor de todos sus goles. “Fue un partido muy bueno del equipo, obviamente la gente está hablando mucho de mi segundo gol, fue espectacular, posiblemente el mejor de mi carrera, pero quiero hablar en nombre del equipo porque estuvimos bien, sufrimos en el primer tiempo y marcamos tres goles en casa de la Juve que no es nada fácil. Jugamos muy bien y tenemos un paso dado a la próxima semifinal”. (…) “De niño siempre me justaba ver la Juve y que te aplaudan me deja buenas memorias en mi corazón. Agradezco a todos los italianos que me aplaudieron”. Por otra parte, una encuesta entre aficionados del Barça determinó que su histórico tanto ante el Getafe por “Copa del Rey” había sido el más lindo en la historia del club. Sin embargo, Messi eligió su mejor gol: “El que le hice al Real Madrid en el Bernabéu por las semifinales de la “Champions” (2010/11) está entre mis elegidos. También podría sumar el de cabeza al Manchester United. Elijo por importancia más que por belleza, aunque los otros también hayan sido lindos”. Aquel 27 de abril de 2011, Madrid, tomó el balón Messi en el contorno del círculo central y dejó en el camino a Lassana Diarra y Xabi Alonso. Más que una pared, Busquets detuvo el balón y atinó a abrirse paso al argentino que encaró de frente a los centrales Ramos y Albiol. Se recostó sobre la derecha y justo antes de ser cerrado por Marcelo y Ramos, definió con la derecha al segundo palo de Iker Casillas.

Es evidente que los goles bellos los suelen meter los mejores jugadores y, en esta pugna de los últimos lustros, siempre aparecerán Cristiano y Messi. Incluso, un solo gol me parece muy poco para dos jugadores que han marcado tantos goles en las últimas temporadas. Por eso, indagué en algún episodio épico sobre la consecución de algún gol notable por un futbolista menos conocido por las últimas generaciones. Redactado por Claudio Ortega, “El Mercurio Tarde”, del 24. marzo. 1985, señaló: “El ex futbolista y hoy entrenador de Puerto Montt rememora: “Estadio Nacional repleto. Chile enfrentaba a Uruguay por las Clasificatorias al “Mundial México86”. La “Roja” ganaba 1-0 y todo era nerviosismo. Esto hasta que una obra de arte desataría la algarabía y daría la tranquilidad… El autor de esa hermosa “joya” que ha traspasado generaciones se llama Jorge Orlando Aravena Plaza, más conocido como el “Mortero” y dueño de una zurda mágica. Precisamente esa pegada espectacular lo ayudó a convertirse en el protagonista de un golazo, que la misma FIFA denominó como el “gol imposible”. Aravena dice que “Todos se acuerdan de ese gol y eso me llena de satisfacción… La gente me para en las calles, me saluda y me felicita… Soy un agradecido de la vida y del fútbol”. (…) “Puse el balón y lo acomodé para tratar de tener ángulo, pero vino un uruguayo y lo colocó casi en la línea… El árbitro lo fue a sacar y yo lo aproveché: Devolví la pelota más adentro, casi un metro y medio de la línea de fondo. De repente veo que Lizardo Garrido y Carlos Caszely se paran en el primer palo para tratar de desviar el balón y eso hace que el porteo cambie y se coloque más cerca de ese palo. Ahí veo que la única opción es pegarle al segundo palo… Lo que tenía que lograr era que el balón subiera y bajara rápido. Tenía que pegarle con fuerza y con mucho efecto. Cuando le pegué me di cuenta que el porteo ya no alcanzaba a atajar. Era un golazo”. (…) “Nadie jamás ha podido anotar un gol igual al mío, sin duda, que eso marcó mi carrera como futbolista y también mi vida”. Así fue el “gol imposible” de Jorge Aravena a Uruguay. (w.emol.com.noticias/Deportes).

Escribía Juan Villoro en “Yo soy Fontanarrosa”: “Un defensa debe dejar que pase la pelota o pase el jugador, pero no los dos. La literatura es igual: a veces pasa la historia, pero no el autor”. Cualquier visión épica del fútbol, una jugada en concreto, una entrada a destiempo, un salto de cabeza en un saque de esquina, un rastreo inoportuno que sirva para que el delantero lo deje sentado en el suelo, todo ello nos embelesa siempre que el “perdedor” sea el del equipo contrario. “El hincha precisa contar una y otra vez aquel regate prodigioso del delantero centro que acabó con el defensa tirado en el suelo, aquel tanto milagroso que culminó una remontada épica en el último minuto del descuento. Este carácter narrativo del propio acontecimiento futbolístico ha planteado dificultades a muchos escritores que, en el intento de trasladar a la ficción el deporte más popular del planeta, se han sentido abocados a caer en el riesgo de una cierta redundancia”. (…) “El fútbol es pasión, delirio, violencia, dicha, éxtasis y juego pero, sin lugar a dudas, el fútbol es también un relato proteico e inagotable: “El fútbol es para contar. No es un deporte, contra las evidencias, sino un relato. Jugarlo a secas como si fuese un altercado de once tipos contra once tipos… resulta del todo vulgar y efímero. La belleza se escribe”.

(…) “La literatura resignifica así el fútbol, lo convierte en metáfora sobre la que plantear algunas preguntas esenciales del ser humano. Como ha señalado al respecto Fernando Aínsa las manifestaciones deportivas, cuyos escenarios y héroes encarnan auténticas alegorías, se incorporan a la literatura como una “temática que aspira a reflejar la compleja realidad socio-cultural contemporánea a través de una visión más antropológica que política o meramente estética”. (…) “… la narrativa del fútbol también echará la vista atrás para encontrar allí algunos de sus principales motivos. La nostalgia, la reivindicación del fútbol como imagen de la infancia, como recuerdo cargado de significado, se volverá una constante en muchos de los libros que se publican durante estos años. Frente a las mezquindades del fútbol profesional reflejadas en la novela negra, la narrativa balompédica propondrá una reivindicación de los lugares en los que el juego aparece aún libre, incontaminado. Los escritores tratarán de compensar “la imagen de lujo y mercantilización presente en los estadios de hoy”, deleitándose en la infancia ya remota “con recuerdos de una infraestructura más que modesta e insuficiencias materiales… campos de tierra, balones desvencijados o camisetas deshilachadas se convierten, de esta forma, en metáforas recurrentes de las obras de este periodo, muchas de las cuales se entregarán a la evocación nostálgica de un fútbol ya desaparecido. El balompié se renueva en la palabra y a través de la palabra busca acercarse a la esencia de su componente lúdico… el juego “permanece en el recuerdo como creación o como tesoro espiritual, es transmitido por tradición y puede ser repetido en cualquier momento”.

(…) “La literatura del fútbol, en tanto expresión de la cultura popular, irá configurando una auténtica memoria sentimental ligada a viejos ídolos, patios de escuela o partidillos bajo la lluvia. El fútbol se presenta entonces como un salvoconducto gracias al cual tanto el autor como el lector acceden a lugares intransferibles del pasado, símbolo que remite a ciertas experiencias básicas y comunes: “Vemos partidos y escribimos de fútbol para recuperar la infancia, no la que en verdad vivimos, sino la que nos asignamos a nosotros mismos”. Los escritores encuentran en el fútbol un motivo de indagación personal, una imagen de matriz prácticamente proustiana que descubre en el juego un punto de conexión con experiencias fundacionales que es preciso plasmar en la palabra: “El fútbol se muestra de esta manera como vehículo de transmisión preferente, donde la tradición aparece con toda su carga de divinidad, de cosa sacra”. Todo esto se traducirá también, junto a la consolidación del fútbol como tema literario en el cuento y la novela, en el desarrollo de formas híbridas a medio camino del ensayo y la ficción, como podrían ser el relato de forofos o los dietarios futbolísticos, dando lugar en su conjunto a una renovación y afianzamiento del tema” (…) “La memoria sentimental de los escritores e hinchas, la orgullosa pasión por unos colores, la recurrencia de la nostalgia, en definitiva, el fútbol como metáfora, se traduce en una diversificación de las formas literarias al amparo de la aparición de otros soportes… La literatura revela las sutiles y variadas implicaciones que encierran los acontecimientos futbolísticos… nos invita a proyectarlos sobre otros acontecimientos de su misma naturaleza”.

El día 11 de junio se reanudó la Liga española 2019/20. Tuve la sensación, eso sí, que los cinco cambios de futbolistas se agradecen porque, si algo se evidenció, fue la “falta de energía” para aguantar un buen ritmo en todo el partido, incluso las pausas en los dos tiempos para hidratarse han resultado un acierto para preservar la salud de los futbolistas. Es de esperar en próximos partidos una mejor puesta al día y encontrarnos con niveles crecientes de goles a disfrutar. El escritor Jordi Puntí reflexionó sobre “El nuevo gol psicológico” (As.com, 16.06.2020): “Uno de los efectos de la pausa de tres meses que ha vivido el fútbol es que nos hace redefinir, temporalmente, lo que llamamos un "gol psicológico". Si el adjetivo se suele aplicar a los goles que rompen una dinámica de juego, ya sea al final de la primera parte o al inicio de la segunda, ahora también son goles psicológicos aquellos que se consiguen en los primeros minutos de partido. Es posible que Valladolid, FC Barcelona y Real Madrid tuvieran victorias bastante plácidas porque marcaron nada más empezar: Ünal en el minuto dos; Vidal en el primero; Kroos en el cuatro. Las condiciones en que se va a jugar este final de campeonato - sin público, tras estas semanas de falsa pretemporada - sitúan a los futbolistas en un escenario distinto, inédito, en el que la actitud mental es casi más importante que la forma física. Marcar al inicio del partido siempre es una ventaja, pero ahora más, porque cancela las dudas y les retorna a un territorio conocido: el placer de competir, jugar y ganar, sin sorpresas. En el caso de Barça y Madrid, además, ese gol tempranero significaba un enlace directo con la competición tal como la dejamos en marzo, es decir, la lucha por el título”.