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"Mou", Mendes y el Juego Limpio Financiero

"Mou", Mendes y el Juego Limpio Financiero
miércoles 25 febrero 2015, 05:45Editorial
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Aunque parezca asombroso públicamente se ha desatado una discrepancia importante entre José Mourinho y su agente, Jorge Mendes. La opinión de ambos en relación al Juego Limpio Financiero se ha revelado radicalmente opuesta. Mientras el técnico insiste en que el Chelsea cumple las normas y debe enfrentarse en los terrenos de juego a instituciones que prefieren pagar una sanción económica y seguir fichando a su gusto (en referencia a PSG y Manchester City), Mendes llega incluso a amenazar con llegar a los Tribunales para eliminar estas reglas y la prohibición a los Fondos de Inversión de adquirir los pases de los jugadores.

Que el modelo del Chelsea es más sostenible que el exhibido por los dos grandes europeos gestionados por capital de Oriente Próximo es una evidencia. Se ha apuntado al lema "vender antes de comprar". Pero quizá los "Blues" tampoco son un modelo, por mucho que Mourinho saque pecho. Siguen vigentes las sospechas sobre manejos extraños con el Vitesse en la pasada temporada (el ex propietario Merab Jordania acusaba al club londinense de ser propietario del equipo holandés a través de otras sociedades afines) y no se puede calificar de convencional el número de jugadores bajo contrato. Hasta 26 futbolistas fueron cedidos en el transcurso del año 2014. Una manera de cuadrar los balances para, en consecuencia, estar dentro de la ley.

La multipropiedad se va poniendo de moda. Mientras los Pozzo siguen rotando jugadores en el eje Granada-Udinese-Watford (jugadores teóricamente contratados por el club andaluz nunca vestirán su camiseta), Duchâtelet también mezcla las cartas en su imperio de equipos diseminados por toda Europa. Más reprobable tal vez es la política del Manchester City, que va creando equipos satélite (New York City FC) o comprándolos (Melbourne City, Yokohama Marinos…). Dedicado a quien todavía ve el fútbol bajo un prisma romántico… El patético manejo de la llegada de Frank Lampard al Manchester City (nunca estuvo inscrito en el New York City FC antes de su incorporación al equipo de Pellegrini, por tanto nunca hubo cesión y se ofreció una información falsa) debería ser motivo, cuanto menos, de reprimenda. Para evitar la sensación de que todo vale, incluso a nivel formal.

Lampard y el City, Lampard y Mourinho. El técnico portugués sigue mostrando su rencor por la decisión de su ex futbolista de continuar su carrera en el rival por el título inglés. Como si hubiera sido precisamente Lampard quien hubiera decidido abandonar su equipo "de toda la vida". Cada uno asume el papel de "profesional" o "romántico" según le conviene. El propio Mourinho no se cansaba, cuando ya afrontaba la recta final de su militancia en el Real Madrid, de proclamar su amor por el Inter, al que consideraba "su equipo". Hasta que le volvió a llamar Abramovich, claro está.

Mientras Mendes sigue con su gira por los medios promocionando su libro. Y no deja escapar la oportunidad de cuestionar las normas de control financiero y la prohibición de que los fondos de inversión sean propietarios de los pases de los futbolistas. A nadie le gusta que le toquen su negocio, especialmente si tiene beneficios millonarios. Precisamente un jugador cuyo pase adquirió, Danilo Barbosa, fue vinculado días atrás al Barça. Interesante fue la reflexión de Mino Raiola en Marca días atrás, cuando se autoproclamaba el mejor agente al considerar que Mendes protagoniza un conflicto de intereses, al ser propietario de futbolistas. La nueva reglamentación que prohíbe que terceros sean titulares de los derechos federativos y económicos podría provocar, en primera instancia, que el fútbol europeo se pueble de clubes que manejen la propiedad de los jugadores como meros intermediarios, sin que lleguen a ponerse la camiseta. Al estilo del Deportivo Maldonado uruguayo o el Rangers chileno en tiempos recientes. Porque donde se hizo la ley se hizo la trampa. O en caso contrario siempre existe el recurso de adquirir un club para que, de forma legal, se puedan negociar compras y ventas de jugadores. Ejemplos hay en España.