James Rodríguez y Di María: deseos opuestos

James Rodríguez y Ángel Di María son dos de los nombres del mercado de verano. El primero, tras su gran confirmación en el Mundial, sueña con jugar en el Real Madrid. Por contra, el segundo, a pesar de ser el mejor jugador de la última final de la Champions, medita abandonar el club blanco. El internacional cafetero está dispuesto a bajarse el sueldo con tal de jugar en el Santiago Bernabéu, mientras que 'El Fideo' quiere más plata para continuar vistiendo la elástica madridista. Intenciones opuestas y caminos cruzados.

El colombiano ha sido la gran sensación del Mundial y a sus 22 años se ha erigido como el líder de su selección. James tiene hechuras de jugador top, de esos galácticos que tanto le gusta fichar a Florentino Pérez. Su juventud y su proyección hacen que la inversión pueda ser muy rentable tanto a corto como a largo plazo. Con el fichaje del centrocampista el Madrid podría recuperar terreno en un mercado latinoamericano donde ha perdido la batalla desde la eclosión de Leo Messi en el Barcelona.

La entidad blanca solo tiene dos problemas a la hora de lanzarse a por James Rodríguez: el Mónaco e Isco. El club del multimillonario Rybolovlev es comprador y no vendedor. La pasada temporada pagó 45 millones de euros al Oporto por el fichaje del internacional cafetero y no quiere desprenderse de su joya más codiciada en este momento. Solo hay dos razones que podrían convencer al magnate ruso de aceptar la venta. La primera, el deseo del jugador y la presión que pueda realizar para salir del Principado. La segunda, y quizás la más importante, Rybolovlev tendrá que hacer frente al divorcio más caro de la historia y pagará a su exmujer Elena la friolera de 3.300 millones de euros. Por tanto, una buena inyección económica podría servir para seguir reforzando al conjunto monegasco ahora que sus inversiones prioritarias están en otros negocios. En ningún caso el Mónaco está dispuesto a aceptar una cifra inferior a 60 millones. De momento pide cerca de los 80 'kilos' por James. Por su parte, el Madrid espera y madura el fichaje con la intención de que el precio baje según avanza el verano. El segundo problema de los blancos es Isco, ya que la llegada de otro centrocampista de un perfil similar privaría de minutos al malagueño. La única solución pasaría por un cambio de sistema de Ancelotti.

En la puerta opuesta a James se encuentra Di María. En el Real Madrid están cansados de las continuas peticiones de 'El Fideo' para mejorar su contrato. Desde el club madrileño se ven las últimas declaraciones del argentino como una maniobra más para presionar y conseguir el añorado aumento de sueldo. Ancelotti considera clave al centrocampista en su esquema por su trabajo y velocidad, pero si la situación no se resolviera favorablemente, la entidad blanca estaría dispuesta a escuchar ofertas no inferiores a los 60 'kilos'. El cambio de cromos entre James y Di María es una opción más que factible en estos momentos, aunque desde los despachos del Bernabéu se asegure que el internacional albiceleste no está en venta. Di María debe decidir si le motiva más la plata del dinero o la de la 'Décima' que levantó en Lisboa.