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¿Para qué sirve el miedo en el fútbol?

¿Para qué sirve el miedo en el fútbol?TODOmercadoWEB.es
lunes 1 noviembre 2021, 23:58Editorial
de Manuel Rodríguez
“Miedo, el miedo atrae al temeroso, al fuerte, al débil, al inocente, al corrupto. El miedo, el miedo es mi aliado”. (Darth Maul, personaje ficticio “Star Wars”).

El día 24 de octubre se celebró el partido Barça-Real Madrid. El día anterior, Ancelotti daba su conferencia de prensa y sorprendió con sus reflexiones inhabituales en un técnico de fútbol: “El miedo es una sensación positiva porque, si no lo tienes, te enfrentas al león pensando que es un gato… El miedo es algo que a veces te pasa antes de los partidos, antes de un entrenamiento o después si no ves al equipo enchufado. Es una sensación bastante constante. Tener miedo es bueno. Afortunadamente, no estoy aterrorizado. Nunca me aterrorizo porque hay cosas peores en la vida que perder”. También citó otros factores relacionados con el derbi tan esperado por el gran público. Pero su reflexión acerca del “miedo” es para que todos aprendamos de un personaje que es un “sabio” a su manera.

Probablemente, el miedo es la emoción humana más popular en los últimos tiempos. En realidad, es una emoción que actúa a favor de la supervivencia, una manera de no actuar temerariamente poniendo en peligro a las personas. Se asegura que existen seis emociones primarias: alegría, sorpresa, ira, tristeza, asco y miedo. Cualquiera de ellas se puede experimentar en un partido de fútbol, ya como futbolista, ya como entrenador, ya como directivo, bien como aficionado, etc. Pero, en lo que se refiere al miedo, éste nos lleva a una sensación de estar indefenso. Aparentemente, es una emoción negativa que predispone a la persona sobre algo que tendrá que ocurrir, en este caso un partido contra un contrincante que nunca sabes cómo reaccionará, máxime en el fútbol con once componentes gestionando un balón en contra de otros once atletas, todos ellos con sus “miedos” correspondientes.

El miedo en realidad es un mecanismo de adaptación al entorno. Y se producen “miedos” distintos, tanto en situaciones de pérdida como también en las de ganancia. Sentir emociones es positivo, ese es el enfoque de Ancelotti. Sería peor que el miedo nos inmovilizara, que no nos dejara pensar y actuar, quedaríamos a merced de lo que “tememos”. Pero ese estado de tensión nos pone en guardia para competir mejor, para buscar la victoria con más énfasis, para luchar con tus compañeros en la consecución de los objetivos fundamentales. De ahí la importancia de la “inteligencia emocional” para vencer la desconfianza que genera el “miedo”. Incluso, de no dominarlo, hasta se producen limitaciones fisiológicas aumentando la presión cardíaca, la sudoración al bajar la temperatura corporal, el aumento del tono muscular que puede dar lugar al agarrotamiento (Contracturas evidentes que se ven en muchos partidos de fútbol). En alguna ocasión escribí sobre algún futbolista que yo entrené, magníficos atletas en los momentos de entrenamiento, excelentes personas formadas y educadas, pero que no soportaban la presión del público y de la competición. Estaban perfectamente dotados y entrenados para rendir a tope, sin embargo, se “hundían” en los momentos álgidos de la competición.

El citado partido Barcelona-Real Madrid acabó en 1-2. Casi al 50% la posesión de cada equipo. Sin embargo, más apariencia de dominio geográfico del Barcelona, aunque con dificultades para marcar goles. Sin embargo, el Real Madrid más concentrado en preservar sus zonas defensivas, ocupando espacios, entrando, quitando, replegando intensivamente… Como apunta Ancelotti, para jugar de esta manera se necesita capacidad mental, control inteligente de las emociones cuando el equipo contrario te domina y tiene el balón, el “miedo” a las virtudes del contrario se equilibran en el momento que se domina el espacio, el balón, el juego colectivo, etcétera. Si encima, en una jugada extraordinaria, se marca el primer gol del partido ello lleva a una mayor confianza incluso corriendo el riesgo de jugar un fútbol demasiado emotivo como ocurriera después de marcar el segundo gol.

De hecho, ambos equipos se “tuvieron miedo” todo el partido hasta que el primer gol llegó por parte del Real Madrid. Y a partir de ahí, el Barcelona marcó su gol que, de haberse producido momentos antes, hubiera acentuado “los miedos” del Real Madrid...