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Fallar no es equivocarse

Fallar no es equivocarseTODOmercadoWEB.es
miércoles 17 febrero 2016, 00:00Editorial
de

"No es lo mismo equivocarse que fallar, y sin embargo, ambos verbos se oyen en las retransmisiones deportivas como si fueran gemelos: así, el narrador dice, por ejemplo, "se equivoca Danilo" cuando su centro golpea, para variar, en el trasero del defensa... Una equivocación requiere de un proceso mental, que consiste en tomar por acertado o adecuado algo que no lo es. El entrenador puede plantear un partido a la defensiva esperando empatar a cero, y terminar goleado porque sus dos centrales medían tres palmos menos que los delanteros contrarios. Eso sería una equivocación. El fallo, por el contrario, consiste en no ejecutar adecuadamente una decisión que en sí misma puede ser correcta... en el ámbito deportivo los dos términos se diferencian con claridad. Así, un centrocampista que concibe un pase perfecto al hueco no se equivoca si le sale el toque desviado, sino que en ese caso sólo falla. Es decir, no se equivoca al pensar: falla al ejecutar mal lo que huabía pensado bien. Y si, por el contrario, da un pase al hueco cuando ningún compañero puede llegar allí, no fallará en la ejecución (puesto que el balón va a donde él quiere), sino que se habrá equivocado al tomar la decisión. "Equivocar" procede del sustantivo latino aequivocus (de aequi: igual; y vocare: llamar). O sea: denominar del mismo modo dos cosas distintas (de ahí viene lo de "términos equívocos"). Y "fallo" procede del latín falla: falta o defecto. Por eso la equivocación consiste en tomar una cosa por otra, y el fallo equivale a obtener un resultado defectuoso". (Alex Grijelmo, escritor y periodista). El fútbol está sujeto a todas estas cuestiones semánticas. Me acuerdo que, cuando entrenaba niños, y la jugada no culminaba bien, siempre daba ánimos al ejecutor: "¡Bien por la intención...!" Y hablando de "fallos" o "equivocaciones", vemos que, a finales del 2015, se insistía sobre la bonanza del trio goleador del Barcelona conocido por el acrónimoa "MSN". A las pocas semanas se cambiaron los papeles, porque Cristiano, Benzema y Bale (Acrónimo BBC) sumaban 66 goles después de 30 partidos disputados (23 de Liga, 6 de Champions y 1 Copa del Rey) y constatando que en idéntico período de la Liga anterior 2014/15 habían conseguido 62 goles; y en la 2013/14 culminaron la cifra de 53. Por tanto, la mejora por esta vía es evidente, Ronaldo consiguió 30 goles (19 en Liga; 11 en Champions); 23 fueron conseguidos por Benzema (19 goles en 18 partidos de Liga), más 4 tantos en los 4 partidos europeos. Y Bale anotó 13 goles en Liga. Y estas cifras no son "opinables", son datos numéricos, puros y duros, que representan la "cantidad" aunque desconocemos los "aspectos cualitativos".

Precisamente, para conseguir más precisión en las decisiones, para "fallar" menos, la Bundesliga quiere implantar el vídeo como herramienta arbitral a partir del mes de marzo. Con ello se pretende resolver jugadas conflictivas durante los partidos. O sea, "rearbitrar" los partidos... Tal decisión estaría condicionada a la aprobación de la próxima reunión general de la "International Football Association Board", la encargada de definir las Reglas del fútbol. Como ocurre casi siempre con estos cambios se produciría una experiencia piloto de dos años, aunque ya avisan en la Bundesliga que "la intención de incorporar este tipo de avance no es suplantar a los árbitros". A mí personalmente no me gusta este tipo de soluciones. Por otra parte, se necesita valorar económicamente esta nueva propuesta. Prefiero un fútbol con "fallos" y "equivocaciones", naturales, sin doble sentido... Y hablando de experimentos reglamentarios, me ha sorprendido que en la Serie B italiana se está valorando "la tarjeta verde". Una nueva tarjeta, adicional a las ya implantadas, para premiar a los futbolistas por sus gestos de deportividad. Una tarjeta "positiva". Sin duda, tiene "un valor exclusivamente simbólico con la finalidad de premiar los gestos extraordinarios, especialmente ejemplares". Al final de cada mes se publicarían los nombres de los futbolistas premiados. Lo bueno de esto es que habría "piques" por hacer buenos gestos sin necesidad de entrar a señalar, como ahora, los fallos y castigos disciplinarios. Pero es una fórmula que complica a los árbitros, los distrae de su misión principal, es un añadido que complica el devenir de los partidos. Eso sí, el motivo es atractivo.

Siempre mantuve que un fútbol "perfecto" sería el fin del fútbol. Si el fútbol tiene imperfecciones sólo la búsqueda de mejoras, el perfeccionamiento de los sistemas de entrenamiento, de las tácticas, y de los métodos, mantendría vivos y activos a los protagonistas. De lo contrario, al ser todo perfecto, la gente perdería todo el interés que ahora aflora. Un "Editorial" de ElPais, "El riesgo del fútbol moralizante", señaló algunas claves: "En un espectáculo pagado a precios astronómicos, no vale (sólo) con ganar"; "En el mundo real, el ruido del estadio influye en el juego. A algunos, esto nos parece la esencia del fútbol"; "Si el fútbol es un juego, y no una ciencia - y mucho menos, exacta -, ¿a qué viene distinguir entre "fútbol malo" y fútbol a secas?"; "Si, llevando el razonamiento al absurdo, el fútbol es sólo azar, entonces no hay un fútbol mejor que otro, porque la victoria no se corresponde con la calidad. Por otra parte, el argumento es ilógico: si el fútbol es un juego, y no una ciencia, entonces nadie puede encontrar el algoritmo de la victoria; por lo tanto, es imposible hacer "adivinaciones" sobre qué fútbol triunfará..."; "Un partido de fútbol no es una puta galería de arte: es un acontecimiento deportivo. No tiene connotaciones morales ni estéticas. ¡Quitad vuestras sucias manos del fútbol!..." Y el artículo continuó en permanentes divagaciones tan interesantes... El partido jugado el día 13 de febrero pasado, en el Bernabeu, entre R. Madrid y Athletic Bilbao, en el último cuarto de tiempo del partido, el jugador Isco estaba cerca de su propia área casi a la altura del área de penalti, le llegó un balón dividido, lo disputó y, ya en poder de la pelota, recurrió a una "ruleta" (Cuando la hacía Zidane la llamaban "Marsellesa") para controlar y regatear a un contrario muy próximo que estuvo a punto de quitársela. El Bernabeu festejó y aplaudió a rabiar a Isco. De haber perdido el balón, el Athletic podría haber conseguido gol por su cercanía a la portería y porque no había otros defensores a la espalda de Isco. El público, sin embargo, aplaudió a rabiar... En el fondo, pocos distinguen lo que es "jugar al fútbol" o "jugar al balón"... Racionalmente, Isco "no falló" en esa jugada arriesgada pero "se equivocó" tácticamente porque no se debe exponer nunca el balón en esa situación...

La jornada del 14 de febrero nos deleitó con una jugada que siempre recordaremos, yo relaté algunos antecedentes en un artículo de http://www.esfutbol.net/editorial-y opinion/editorial-penalti-indirecto-37207 en 26.10.2008, así como en la página 156 de mi libro "Futbolandia: Ensoñaciones, realidades y virguerías del fútbol", capítulo "El penalti indirecto", editado en 2011. Pues bien, Messi tiró uno, sorprendente, bien programado, bien ejecutado, bien finalizado por Suárez su socio en esta ocasión, seguramente no nos acordaremos de los seis goles del Barcelona pero sí de esta jugada "rara" que el Reglamento no impide si se cumplen unas normas mínimas de actuación que, en este caso se cumplieron aunque algunos ahora dicen que Suárez había entrado en el área de penalti antes de tiempo. Se habla de homenaje a Cruyff, que éste se emocionó al ver de nuevo "su invento" ya que él lo ejecutó con el Ajax, contra el Helmond Sport, liga holandesa, el 5 de diciembre de 1982, tocó el balón a su lado izquierdo donde apareció Jesper Olsen que le dio dos toques y se lo volvió a pasar a Cruyff para que éste rematara a gol. Ganaron por cinco goles a cero. La misma jugada tuvo también sonadas "equivocaciones", como la de Henry y Pirés cuando ambos militaron en el Arsenal e idearon algo que no les salió bien ejecutado...Siempre que puedo lo reitero, no me gustan los futbolistas de "Capilla Sixtina", ni los "dioses", ni los "extraterrestres", ni los "superhombres", ni las "máquinas", ni los de "otro planeta", ni los que "vienen de Jupiter", ni los que "bajan del cielo", ni los "Galácticos", ni los "insustituibles", ni los "exclusivos", ni los "monstruos", etcétera. Ya insistí en octubre 2015, "¡Qué bueno que los dioses bajen de los cielos!: ...Es momento, también, para que los medios de comunicación se serenen en su propaganda sistemática y analicen el fútbol de manera más pausada, menos sensacionalista, deben reconvenir que el juego del fútbol es más colectivo que de individualidades y sopesen soluciones válidas para que la realidad nos acerque a la pasión y emoción de los aficionados. Porque esa es la esencia fundamental, el fútbol es de los futbolistas y no de los "dioses" u otras cosas extrañas que nos quieren meter por los ojos. Y los hombres "fallan" y se "equivocan"... ¡A Dios gracías! Por eso el fútbol es de hombres...