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Cuando la mejor noticia es un fracaso del rival

Cuando la mejor noticia es un fracaso del rivalTODOmercadoWEB.es
lunes 5 enero 2015, 00:15Editorial
de

Que la derrota del Real Madrid sea la única conclusión positiva del fin de semana para el FC Barcelona es un mal síntoma. La suplencia de Messi y Neymar fue calificada por algunos de los periodistas que siguen el día a día del equipo como un "tiro en el pie" de Luis Enrique. Obviamente él conoce como nadie en qué condiciones llegaron ambos del periodo vacacional navideño, con un largo desplazamiento y, en el caso de Neymar, con un marathon de actividades. Un hecho que debería llevar a la reflexión de los dirigentes. Pero este es un tema aparte.

El Barça, por las ocasiones desaprovechadas en la presente temporada, no puede permitirse el lujo de regalar medio tiempo, una parte del partido o el encuentro entero. Y en Anoeta ofreció una sensación de incapacidad alarmante. Luis Enrique necesitaba a sus mejores jugadores en las mejores condiciones. Y parece obvio que Messi y Neymar no lo estaban. Mientras el equipo llevaba días preparando el partido de San Sebastián, los dos cracks continuaban disfrutando del periodo de reposo. Sería una prueba de compromiso hacia el club no haber llegado prácticamente en la víspera, especialmente si se toma en consideración el salario que perciben. Messi, con su exhibición en Anoeta vuelve a demostrar que juega cuando quiere o cuando los planetas se alinean de determinada manera. Quedan en el recuerdo los partidos que decidía con tres o cuatro acciones brutales, inevitables para el rival. Ese Messi apareció en un periodo breve esta temporada, lo que puede provocar mayor indignación por parte del aficionado. ¿Juega cuando quiere? ¿Necesita alicientes extra? ¿Le afecta lo que se diga en el entorno?

Las vacaciones navideñas de Neymar han recordado a las estivales de 2013 de Messi. Pachanga tras pachanga, viaje tras viaje y actos promocionales a discreción. Todo menos descanso. La consecuencia no es otra que un retraso importante a la hora de recobrar la mejor forma tras el receso. ¿Únicos responsables de la derrota? Seguro que no, pero con mayor aplicación seguro que habrían llegado en las mejores condiciones. Da la impresión de que el Barça acaba siendo rehén de sus estrellas, que se programan en función de sus propias necesidades y no de las de la institución.

Suárez sigue siendo una sombra del jugador que maravilló por su contundencia la pasada temporada. La inactividad pesa, obviamente, pero se esperaba algo más. Que hay problemas de adaptación al sistema, que conjuntarle con Messi y Neymar es difícil... Son lugares comunes ya superados. Este es el Barça de hoy en día, el que derrocha una millonada en potenciar su punto fuerte para dejar en la miseria otras parcelas del campo, como la zaga. La gestión por parte del Área Técnica de las demarcaciones de marcador central y lateral derecho son de juzgado de guardia. Ratificada la sanción de la FIFA, sólo queda rezar porque no haya una plaga de lesiones que deje con las vergüenzas al aire, en mayor grado, a Zubizarreta. "Mi cargo siempre está a disposición del presidente", afirmó tras el desastre de Anoeta. Se va a aferrar a su despacho porque jamás tendrá una oportunidad de este tipo. ¿Quién puede confiar en quien ha demostrado incapacidad o, en anteriores temporadas falta de personalidad cuando los dirigentes desarrollaban sus labores?

Ahora Daniel Alves, otro de los futbolistas que destacan por su agitada agenda fuera del fútbol (no ardo en deseos de escuchar su disco, grabado bajo el auspicio de su ex compañero Pinto), puede pasar factura a quien le ninguneó el pasado verano. No debió sentar demasiado bien al brasileño, que no es ni mucho menos el que era, el empeño de Zubizarreta en gritar a los cuatro vientos que el contrato del lateral vence en 2015 y no en 2016, como sostenía el directo interesado. Ahora, sabiendo que tiene el aval de Luis Enrique, y que las alternativas son Douglas, Montoya (pobre prestación en Anoeta, todavía está buscando a Canales) o cualquier otro jugador reciclado, tiene la sartén por el mango. Ya puede ir pidiendo dos años de contrato, quien sabe si con aumento. Una muestra más de cómo no se debe salvaguardar el patrimonio de un Club.

No se puede evitar sentir algo de nostalgia al observar el pobre nivel del centro del campo histórico del Barça. Busquets, Xavi e Iniesta no pasan por su mejor momento y se nota. Aún cabe preguntarse cómo Luis Enrique no apostó, en un partido en el que se hacía necesario romper las defensas con recursos como el tiro de media o larga distancia, por Rakitic. Pero como insiste Zubi, "las decisiones las toman los entrenadores".