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¿Viendo fútbol nuestro corazón sufre?TODOmercadoWEB.es
lunes 14 diciembre 2020, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez

¿Viendo fútbol nuestro corazón sufre?

“Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, anda. Si no puedes andar, arrástrate. Pero hagas lo que hagas, tienes que seguir moviéndote hacía delante”. (Martin Luther King)
El fútbol puede sublimar tu existencia, también la puede destruir… Potencialmente, los aspectos mentales que se generan en un partido de fútbol condicionan la existencia, los sentimientos, el exceso de pasión, el ganar, el no saber perder, todo ello puede predisponer estados de ánimo tanto positivos como negativos. Las depresiones por haber perdido un partido son ciertas y comprobables, en una comunidad, en la cafetería, en una familia. Hay personajes que superan muy mal una derrota y, sin embargo, pueden llegar a ser insultantes en caso de victoria. Más bien, estos desequilibrios son fruto de una mala educación deportiva. Un artículo de internet (Pablo García, 13. agosto. 2020) nos informó de otros factores que afectan a nuestro corazón: “La copa del mundo de la FIFA del año 2006 brindó la oportunidad de examinar la relación entre el estrés emocional y la incidencia de eventos cardiovasculares. En ese estudio se observó entre la población de Múnich un riesgo casi tres veces mayor de tener un infarto o una angina de pecho en los días de partido de la selección alemana de fútbol. El riesgo era más elevado en aficionados del sexo masculino y con cardiopatía previa”. Si nos sirve de consuelo, esta asociación fue investigada en otros escenarios de gran estrés emocional como en terremotos, huracanes, recesiones económicas o conflictos armados. “Además del citado estudio bávaro, durante la “Copa Mundial de la FIFA 2002” un estudio inglés mostró un mayor riesgo de hospitalizaciones por eventos cardiovasculares después de la derrota de Inglaterra ante Argentina en la tanda de penaltis. En Brasil se incrementaron de forma notable los ingresos por infarto, pero no la mortalidad intrahospitalaria, durante los partidos de la “canarinha” disputados desde 1998 a 2010. En el sistema francés de estadísticas de defunción hay una disminución de la mortalidad cardiovascular en los hombres franceses el día en que Francia ganó la “Copa Mundial de la FIFA 1998”. Finalmente, en un meta análisis publicado en marzo de este año, la mortalidad cardiovascular se relacionó con los resultados finales de los partidos. Victoria = impacto positivo, Derrota= impacto negativo en la mortalidad. Sin embargo, “investigadores italianos analizaron los datos de ingreso hospitalario por infarto durante los días de partido de la selección “azzurra” entre 2002 y 2006. Y no encontraron un incremento significativo en ese período… los espectadores tienden a presentar numerosas conductas de riesgo de enfermedad cardiovascular, como la ingesta de grandes cantidades de alcohol, consumo de alimentos gratos, tabaco y drogas ilícitas. Estas ya son por sí solas conductas de riesgo para infartos y podrían actuar como factores que generan confusión en los resultados de los estudios”. “El estrés emocional durante estos partidos da lugar a un incremento de la actividad del sistema nervioso simpático… El estrés mental agudo aumenta no solo la producción simpática, sino que deteriora la función endotelial y crea un estado de hipercoagulabilidad de la sangre. Estos cambios tienen el potencial de romper las placas vulnerables de colesterol y precipitar una trombosis, resultando en un infarto de miocardio, ictus o muerte súbita… incluso, puede afectar negativamente a individuos teóricamente sanos bajo condiciones extremas de estrés”. ¿Y cómo se puede corregir esta suma de riesgos a la hora de ver los partidos de fútbol? “Investigadores alemanes se propusieron averiguar qué alteraciones en el electrocardiograma aparecían en espectadores sanos durante los partidos de la “Mannschaft”. Analizaron un parámetro llamado “repolarización dinámica periódica” que se correlaciona bien con el exceso de actividad simpática… La mitad de ellos, en la segunda parte de los encuentros, este parámetro se elevaba por encima de los umbrales considerados seguros. Por encima de este umbral aumenta el riesgo de arritmias malignas en pacientes con insuficiencia cardíaca”. Concluyendo que “con estas alteraciones podrían tomar de forma preventiva fármacos para atenuar la respuesta simpática (betabloqueantes) e intentar disminuir el riesgo de eventos arrítmicos”. En todo caso, el fútbol hay que verlo al menos con 120 pulsaciones x minuto y poder “acelerar” las vivencias que se producen en esos momentos.