El Nápoles se juega su futuro ante el Athletic entre las polémicas por el mercado

Una vez más el Nápoles no tuvo suerte en los sorteos de la Champions. En 2011 y 2013 a los azzurri les tocó el grupo de la muerte (con Bayern, Manchester City y Villareal antes y Borussia, Marsella y Arsenal después) y mañana habrá que enfrentarse al Athletic para lograr el pase a la fase de grupos de la Orejona, algo fundamental para el futuro del club. Los azzurri intentarán aprovecharse del calor del San Paolo para no tener que jugarse la vida en San Mamés, algo que puede salirle difícil hasta a los todopoderosos Barça y Real. Benítez renunció a Zúñiga, Henrique (ambos lejos de su mejor nivel de forma tras el Mundial) y Dzemaili (que podría dejar pronto al conjunto sureño) en la convocatoria para mañana, tres bajas más para un Nápoles que llega al enfrentamiento con varias dudas. El ambiente partenopeo no es de los mejores: los tifosi están muy decepcionados ya que los esperados y fundamentales refuerzos para la medular tardan en llegar (De Guzman está cerca, Fellaini o Leiva pueden representar el segundo fichaje) y el hecho que Juve y Roma sigan fichando aumenta la rabia. El adiós a Fernandez y Behrami (por razones, respectivamente, economicas y técnicas) también fue motivo de críticas y ahora le tocará al presidente De Laurentiis subir la moral con unos fichajes de nivel en los últimos días del mercado. Algo que necesitará la condición de batir al Athletic y conquistar el pase para la fase de grupos: el futuro de los partenopei en esta temporada se decidirá a partir de mañana.