Menu
1ª División2ª División A2ª División BEuropaLatinoaméricaOtras noticias
CalendarioNetworkRedacciónContactos
Canal Primera División
AlavesAlmeriaAthleticAtletico MadridBarcelonaCadizCelta VigoGetafeGironaGranadaLas PalmasMallorcaOsasunaRayo VallecanoReal BetisReal MadridReal SociedadSevillaValenciaVillarreal

EL VALENCIA NECESITA UN MILAGRO ECONÓMICO

EL VALENCIA NECESITA UN MILAGRO ECONÓMICO  TODOmercadoWEB.es
jueves 27 septiembre 2012, 00:00Editorial
de

La situación económica del Valencia es cada día que pasa más complicada. Hace unos días conocimos el anuncio de Bankia de abandonar un protocolo de intenciones que en su día desde la entidad valencianista calificaron de "hito histórico".

Ese protocolo pretendía acabar con la deuda y dotar de la financiación necesaria para terminar las obras del futuro estadio de Mestalla. A cambio, Bankia a través de la sociedad Newcoval se quedaba sus propiedades inmobiliarias: el actual estadio, la ciudad deportiva de Paterna, la de Porxinos y una de las torres del futuro campo. Eso, hoy, ya es agua de borrajas.

Anunció Llorente que de una operación inmobiliaria (la descrita anteriormente) se pasa ahora a una financiera. Y trató de tranquilizar a una afición que si algo no está es eso, tranquila. Se excusó el presidente en la situación económica actual como uno de los motivos de la ruptura. Algo que era previsible ya hace unos meses cuando él mismo se empeñaba en afirmar que "todo seguía adelante" y que "en septiembre se reanudarán las obras". Previsible porque aquellos que lo pactaron ya no estaban (Rato y Olivas) y porque Bankia pasó a ser un banco nacional que si algo no podía hacer ya era asumir más activos inmobiliarios. Y si un día esta operación fue catalogada de proeza fue precisamente por eso, porque era impensable dada la situación económica que se vivía. Es decir, hemos pasado de la proeza al fracaso.

Así las cosas, el Valencia ha retrocedido hasta el mes de noviembre, antes del anuncio de tan magna operación. Pero con dos diferencias: por un lado el crédito de 240 millones de euros venció el pasado mes de julio y se otorgó una prórroga hasta diciembre y la segunda que el actual órgano gestor ha perdido mucha de su credibilidad mientras se llenaba la boca de vanagloriarse de una operación que ha resultado fracasada.

La conversión de inmobiliaria a financiera significa una reestructuración de la deuda. La partida con Bankia comenzará en diciembre. El Valencia no quiere renovar el crédito de 240 millones con Bankia a un año porque esto significaría seguir pagando casi 15 millones de euros de intereses sin amortizar capital (algo que se viene haciendo ya desde años atrás) Es decir pagas mientras la deuda se mantiene intacta. Por este motivo tratarán de renegociar el crédito a largo plazo e incluso podrían amenazar con una concursal (no te pago) para tratar de presionar a la entidad financiera.

En cualquier caso y aunque la partida cayera del lado valencianista, se antoja muy difícil por no decir que imposible, que sea capaz de obtener una financiación extra de 150 millones para acabar el nuevo estadio. Esa misma lógica que nos hacía creer hace unos meses que era impensable que aquel protocolo siguiera adelante nos hace pensar hoy que va a ser una quimera conseguir ese dinero y reanudar la obras.

Y mientras el presidente pide paciencia y fe. Algo que el aficionado ya ha agotado después de ver como muchos de sus dirigentes mentían descaradamente. Manolo pidió ambas. Y lo hizo, según él, con el aval de una gestión coherente en la que ha rebajado la deuda en 200 millones. Eso sí, a base de vender estrellas, algo a lo que hoy por hoy y mientras no se solucione todo esto, el Valencia va a tener que seguir abocado.